Lunes 18 de Agosto de 2025

SALUD

24 de mayo de 2023

Tatuajes: cómo afectan los pigmentos al sistema inmunitario y cuáles son las consecuencia para la salud

La piel es la primera barrera del sistema de defensas y puede reaccionar de manera desmedida cuando se la agrede. Especialistas explicaron el proceso de reacción de las células inmunitarias ante el ingreso de la tinta bajo epidermis.

Los tatuajes se usaron en diferentes culturas de todo el mundo desde el período Neolítico, como demuestran cuerpos momificados, piezas artísticas y el registro arqueológico. Según el pueblo, las personas plasmaban dibujos en su piel como costumbre ritual, estética, cuestiones de identidad, protección, curación o castigo. Lo cierto es que la práctica llegó a nuestros días, ahora sí, como un mero esteticismo. Y en ocasiones como una demostración de amor y hasta de unión tanto entre las parejas como entre integrantes de una familia, y hasta abuelos con nietos. También, la técnica resulta de utilidad para cubrir cicatrices y hasta para simular el pezón en las cirugías de reconstrucción mamaria luego de un cáncer de mama. Qué pasa en la piel cuando es tatuada Los tatuajes se pueden definir como la introducción de pigmentos en la parte superior de la dermis. La práctica, de hecho, implica realizar pequeñas heridas en forma permanente. “La piel es la primera barrera del sistema inmunitario y está repleta de células defensivas de acción rápida que pueden entrar en acción cuando se viola”. Así comenzó a explicar la médica viróloga de la Universidad de California, Juliet Morrison, para quien “la directiva principal de esas células es detectar cualquier cosa extraña y destruirla para que pueda comenzar el proceso de curación”. Esa misión generalmente es bastante exitosa, y es la que permite que las quemaduras se curen, las cicatrices se desvanezcan y las costras se caigan. Sin embargo, por alguna razón, cuando se involucra la tinta, las partículas de los pigmentos son voluminosas y difíciles de degradar para las enzimas de las células inmunitarias. Entonces, cuando las tintas son “tragadas” por células inmunes como los macrófagos que viven en la piel, que pasan sus vidas devorando patógenos, desechos celulares y otras basuras dentro de una pequeña porción de carne, pueden transformarse en una versión microscópica de goma de mascar. Las partículas de pigmento se alojan en las entrañas de los macrófagos y “se niegan” a descomponerse. Cuando la tinta es visible en la superficie del cuerpo, no solo está entrelazada entre las células de la piel, sino que deja en evidencia que los macrófagos no pueden digerirla. Cómo actúan los pigmentos en el organismo En 2022, expertos de la Universidad de Grenoble Alpes y el Centro Nacional de Investigación Científica de Francia, estudiaron el efecto sobre los macrófagos de distintos pigmentos de cobalto y zinc utilizados para tatuajes. Entre sus conclusiones señalaron que “los pigmentos probados parecen tener un efecto proinflamatorio intrínseco moderado. Este efecto, sin embargo, puede persistir en el tiempo”. Pero llamaron la atención respecto de lo que ocurre con los mecanismos de defensa del cuerpo, ya que “los macrófagos que han internalizado los pigmentos a base de cobalto o zinc tienen una menor capacidad de respuesta a una infección bacteriana (por ejemplo, infección de la piel). De hecho, la capacidad fagocítica de los macrófagos y su capacidad para responder a estímulos inflamatorios disminuyen, y este efecto es persistente”. Y abrió la duda sobre la seguridad de las tintas usadas para los tatuajes cuando tienen micro objetos de cobalto o zinc. “Es legítimo preguntarse si pueden generar alteraciones localizadas o generalizadas de la inmunorregulación y debilitar los mecanismos de defensa del organismo frente a patógenos bacterianos y su capacidad para reconocer las células cancerosas”, advirtieron, y “también se puede considerar la sospecha de alteraciones durante la regeneración tisular”. Los resultados de este estudio, consideraron los autores, aporta una explicación “sobre las alteraciones de ciertos mecanismos moleculares y celulares asociados con la aparición de enfermedades cutáneas crónicas en pacientes tatuados”.

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