Por su actividad pastoral, el padre Rafael reconoce haber tenido vínculos con ellos, entre éstos, un viaje a Roma como actor social y sacerdote. La familia Sena y el padre mantuvieron una convivencia de aproximadamente diez días en la ciudad italiana, y pudo notar la relación que Marcela tenía con su hijo César. Cuando es traído a la Sexta, César no dudó en solicitar ayuda espiritual, servicio sacerdotal, al brindar contención: "Dios ama a los justos y a los injustos, también a los homicidas, entiendo que estas visitas pueden generar bastante inquietud en las personas, es comprensible, pero es la misión de la Iglesia". El padre Blanco le solicitó a Sena que, si tiene información del caso, que la diga porque hay una familia sufriendo. "Voy a donde me llaman. Asistir a las almas atribuladas, como la de César que está ahora en un lugar de muchísima oscuridad" - Padre Blanco. Tendrá una nueva reunión con el fiscal luego que su mamá declare, que podría ser este día miércoles. César Sena y su familia Como cualquier ser humano, toma conciencia de lo que está pasando y sufre muchísimo, "lloró frente a mí y hay mucho dolor en relación a sus padres", señaló el sacerdote. "Lo que él alude es que ignoraba muchas cosas en relación a sus padres, principalmente de su madre. Él era víctima, es lo que yo percibí". Él dio toda la información que sabía, las veces que habló con la justicia, fue lo que el mismo detenido le indicó al cura. César siente que no va a poder perdonar lo que sus padres le hicieron, después de esto: ""ya no tengo vida". Está dolorido. Tiene 19 años, pero pareciera que tiene 14,15". César Sena considera que no es responsable de lo que sucedió, que los responsables son otros. "Me da la impresión que habló de la madre, y cuando habló del padre, lo hizo de una manera distinta, como exculpándolo de todo." Con respecto a la madre, hay mucho enojo y dolor. "Habla de Cecilia como una persona muerta" - Padre Rafael Del Blanco