La tercera audiencia del juicio por el crimen de Alfredo Javier Armando Molina, hijo del ex jefe de la Policía de Corrientes Alfredo Arnaldo Molina, tuvo este miércoles su momento más impactante con la declaración de la única sobreviviente del ataque, Bárbara Romero. 

 La fiscal Lucrecia Troia Quirch se refirió a la declaración de Romero: “Tuvimos la bendición de contar con su el testimonio de bárbara. Gracias a los esfuerzos médicos y la familia de Bárbara está muy fuerte”.

La funcionaria judicial subrayó la valentía de Romero, quien eligió declarar en presencia del acusado Osvaldo Medina. “Ella quiso declarar. Se le ofreció si ella quería que el culpable se retirará, pero manifestó que quería hacerlo frente a él. Tiene una entereza innegable”, destacó.

Como se  informó días atrás uno de los ejes centrales de la defensa del acusado es la posible aplicación del atenuante de la emoción violenta. Sin embargo, la Fiscalía fue contundente al respecto, asegurando que los hechos ocurridos no reúnen las condiciones para esta figura legal.

“La posibilidad existe de la atenuante, particularmente no corresponde. Una característica principal es el hecho sorpresivo e inesperado, que no ocurrió en este caso, porque los tres conocían la situación de la relación”, explicó Troia Quirch.

La fiscal reveló que el propio acusado estaba al tanto de que la víctima, Medina, se encontraba en la casa de Romero. “Además, esta certeza se habría manifestado incluso antes del crimen Él la llamó una hora antes de hacerse presente en el lugar, donde Romero le dijo que estaban juntos en su casa. Por eso, descartamos la emoción violenta”.

Finalmente, la fiscalía reforzó su argumentación indicando que el conocimiento del acusado sobre la relación se evidencia en comunicaciones previas: “Podemos discutir el atenuante, pero nosotros entendemos que no es suficiente, porque en los mensajes todo el tiempo el acusado hacía referencia a la relación de Romero con Medina, y eso descarta la emoción violenta”, concluyó.