JUDICIALES
4 de marzo de 2024
Final Feliz: Elisa y Eliana obtuvieron la adopción plena de los seis hermanitos

Desde diciembre del año pasado la familia pasó de 2 a 8 miembros en un abrir y cerrar de ojos. Fiestas de fin de año, varias tortas de cumpleaños, seis mochilas y muchos cuadernos son parte de la nueva vida que comenzaron a transitar Juliana, Alejandra, Noelia, Cristian, Jeremías y Camila con sus dos mamás. Una historia que comenzó en estas páginas y termina de la mejor manera.
Esos momentos que todo padre querría utópicamente que no existieran.
“Hubo dos momentos muy complicados, el primero cuando nuestras hijas lloraron porque pensaron que íbamos a Corrientes a dejarlas y el otro fue a penas al llegar, cuando los más pequeños peleaban sin parar y se pegaban”, comentaron.
“Lo solucionamos sentándonos alrededor de la mesa durante dos horas y hablamos. Nunca más se trataron de esa manera”.
El primer día de clases
Unos a jardín, otros a primaria. Los seis hermanitos comenzaron la escuela y se necesitaron muchas mochilas, cuadernos, útiles y uniformes, pero todo un pueblo colaboró para que a ninguno le falte nada.
“Cami y Jere super felices en su jardín . Cristian empezó primer grado, lo que significó un gran cambio y Agustina, Lucia y Giuliana estaban nerviosas pero felices”.
“En el colegio los contienen mucho y también a las mamás para que podamos llegar a todas reuniones y actividades”.
Un millón de cambios
Al llegar un hijo a la vida, esta cambia completamente, en principio porque ya no somos la persona más importante en el mundo, sino que siempre existirá alguien a quien uno ama más que a uno mismo.
Pero además hay situaciones nuevas que solo se viven en la experiencia de ser padres. Esto multiplicado por seis significa un sinfín de actividades a las que adaptarse rápidamente.
“Nos levantamos mucho antes, y es desayuno, almuerzo, merienda y cena para ocho, preparar 6 mochilas y enfriar seis platos en el ventilador, porque soplarlos es imposible”.
“Bañarlos es toda una odisea y lo hacemos por turnos. Además, la primera semana casi no dormimos porque nos levantábamos para ver si estaban bien”.
“La vida nos cambió totalmente, pero de la forma más bonita”, confesaron Eliana y Elisa.